Seamos honestos: estudiar no siempre es divertido. A veces uno solo ve letras que no se entienden, se distrae con cualquier cosa o simplemente… el cerebro dice “¡ya no más!”. Pero después de varios sustos con exámenes y tareas, descubrà que no se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor. Aquà te dejo las técnicas que me salvaron y que te pueden salvar a ti también.
🔥 1. Pomodoro: estudia en modo sprint
Olvidate de estudiar 3 horas seguidas como robot. El método Pomodoro te dice: 25 minutos de full concentración, luego 5 minutos de descanso. RepetÃs eso 4 veces y luego te tomás una pausa larga (15-30 min). Es como estudiar en mini retos, y te ayuda a no saturarte. ¿Lo mejor? ¡Funciona!
🎨 2. Mapas mentales: dibuja tu conocimiento
Los apuntes aburridos no ayudan. En cambio, con mapas mentales todo es más visual: usás colores, flechas, dibujos y conectás ideas. Es ideal para entender temas grandes o con mucha info. Además, ¡hasta da gusto verlos!
🗣 3. Explica como si fueras profe
Si podés explicar algo con tus propias palabras, es porque realmente lo entendiste. Intentá contarle el tema a alguien más (o a tu espejo, no importa). Te va a ayudar a detectar lo que todavÃa no te queda claro. Es raro, pero mágico.
✍ 4. Estudio activo: mueve ese cerebro
Solo leer o subrayar NO basta. Hay que poner manos a la obra: hacé resúmenes, preguntas, juegos, fichas, grabate… ¡lo que sea! El punto es que tu cerebro se mueva y no solo reciba info como si fuera USB.
😴 5. Dormir y descansar también es parte del plan
Dormir no es perder el tiempo. Es clave para que el cerebro ordene todo lo que aprendiste. Además, hacer pausas entre sesiones de estudio es como recargar energÃas. No somos máquinas. Un buen descanso te hace rendir el doble.

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